domingo, 29 de abril de 2012

EL INCREIBLE ARTEFACTO "CORTABACALAOS"

EL INCREIBLE ARTEFAZTO "CORTABACALAOS"
Recuerdo aquellos primeros "recaos" a los que me mandaba mi madre, casi seguro estoy ahora de que muchos de ellos eran recados innecesarios , pero ella me mandaba para que me entretuviese y sobre todo para que saliese de casa yo solo y me espabilase...Toma dinero y ves a casa de Agustín "el casillero" a por un sobre y un sello, una caja de galletas de las grandes y tres latillas de sardinetas en aceite...y ten cuidao al cruzar la calle.
Recuerdo bajar la escalera de culo, subido encima de la baranda (a veces con mis 40 años me dan ganas de volver a hacerlo), salía a la calle,recuerdo (vivía donde tengo la peluquería , enfrente de la casa Carmen Arias)...recuerdo digo de ver entrar remolques arrastrados de mulas y de tractores a la bodega de Doña Carmen, y también entraban remolques con gente con la cara tizná cantando y celebrando el final de la vendimia, olía a mosto ,a lumbre, a "cajoná" de mula; Soy muy cansino con los olores , pero aunque ahora mismo no los perciba, con el paso de los años los recuerdo a la perfección....Siempre iba corriendo, y al llegar a la esquina doblaba a la izquierda y seguía por la acera, ahí estaba entrando a su casa la Sra Adela una Señora que siempre recuerdo ya muy mayor y que me paraba y me daba un repizco en los mofletes, seguía andando y ahí tenía la tienda de muebles Avelino Nieto, allí estaba casi siempre él , un señor que también recuerdo mayor , calvo, con la cara muy redonda y con un guardapolvos color marrón clarito que le llegaba por debajo de las rodillas..-¡Nene , dile a tu padre que ahora iré a afeitarme, no se te olvide!!!-...-Vale , yo se lo diré señor Avelino-. Ahora llegaba lo mejor, eso si me gustaba , LA JOYERÍA DE CONTRERAS!!!!...aquel cubículo de escaparates a tres bandas tenía lo mejorcito de cristalerías, piezas de plata , y joyas de muy diversos tipos , pero yo siempre me quedaba con la nariz pegada al cristal del escaparate que tenía al lado de la puerta..¡¡¡¡los relojes!!!!..todos nuevos , brillantes , relucientes....me podía pasar allí horas contemplando cada detalle , modelo, marca...de aquellos relojes...



Recuerdo al señor Contreras siempre vestido con traje y corbata y a veces salia de un cuartete de dentro un señor (Delfín) con un aparato rarísimo acoplado a la gafa, a mi me llamaba mucho la atención aquel ojo "robotizado"!!!....y tras dejar el escaparate baboseao, Cruzaba la calle y entraba al maravilloso mundo de la tienda de Agustín...una mezcla de olores a pimentón , café recién molido, bacalao, sardinas salás, y escabeches, se apoderaban de mi naricilla!!!al pasar a la derecha estaba su padre despachando el tabaco y los sobres , sellos, letras de cambio, y demás productos de estanco...farias, celtas cortos, lola, vencedor, papel de liar, mechas de chisqueros y de lamparillas de aceite, velones coloraos,cajas de cerillas grandes....-Deme usted un sobre y un sello- el anciano se agachaba , cojía el sobre, cojía el pliego de sellos , cortaba uno , lo metía en el sobre y me lo entregaba...-Y una caja de galletas gran...- -No , no , eso ya te lo da Agustín_ ...-A vale-. Agustín despedía auna clienta y me tocaba a mí pero entonces entraba una viejecilla a la tienda...-Abrancete espérate que ahora te despacho que esta señora tendrá prisa-....-¿¿¿Pues tu de quien eres hermoso???-me preguntaba la anciana, mirándome de arriba abajo -Yo de Abraham el peluquero y de la Hortensia-....-Uh hermoso que grande estas!!!!...-yo tenía mucho trato con tu abuelo Ramón el guardicionero, nos hacía tos los apaños de las mulas- , -yo me quedaba con la copla para darle al mandao luego a mi madre, con cara un poco de sorpresa y un poco de pena, pues todo el mundo hablaba muy bien de mis abuelos y yo no conocí a ninguno-.....y mientras Agustin comenzaba a despachar a la anciana , yo me iba un lado , y comenzaba mi estrategia, recuerdo esas cubas de madera llenas de sardinas salás, todas tan bien colocaditas, aquel mostrador lleno de latas grandes de escabeches, aceitunas negras y verdes, latas de mil tamaños, cajas de galletas , botellas de aceites, vinagres, vino, anises, atrás una caja de madera llena de escobas de caña,un expositor de botellas de cristal de leche, y un "escaparate ventana"....yo me iba aproximando a mi meta, ya faltaba menos, para mi plan de ataque!!!.




.Agustín seguía despachando , entraba y salía a la trastienda, a través de una cortina de tela, su padre estaba despistado sentado junto a una estufa de butano...y por fín llegaba a mi destino....LA MÁQUINA CORTABACALAOS!!!!allí estaba aquella guillotina que seccionaba las "bacalás" en trozos que acabarían en el potaje...y yo estiraba mi bracete y comenzaba a repizcar ese bacalao , esas miguillas fibrosas, que quedaban de los cortes, y me las iba echando a la boca...jejejee tan saladito , tan rico, con cuidado de que no me viese nadie , pensando que me podrían regañar..recuerdo ese olor del bacalao, y ese sabor tan intenso que se desacía en la boca..Ale ya te toca nene, ¿¿¿que te falta???..me terminaba de despachar y lo mejor era el ritual final...siempre decía -¿¿¿"alguna cosica más que te acuerdes mocetón"???-...y tras retirarse a la zona "tabaquil" a utilizar la "calculadora" (papel de estraza y lapiz)..te decía -ochenta y siete pesetas-, yo le entregaba un billete marrón de cien pesetas de don Manuel de Falla, y me daba el cambio diciendo:-estos tres caramelos (de eucalipto) te hacen noventaycinco , noventaycinco , y cinco , que te hacen los cien-, te remataba dándote dos duros...y terminaba la frase diciendo ¡¡¡SERVIDOOOOOOR!!!!....yo salia de la tienda y me iba, a ver a mi padre...(como siempre corriendo).
..pero esa....esa ya es otra historia.

APRENDER A NADAR

APRENDER A NADAR 
A las nueve y media de la mañana, aunque fuese julio no es que estuviese el agua calentica que digamos, pero era yo creo la ilusión que teníamos aquel grupo de guacharetes y guacharetas , lo que nos hacía entrar en calor. Esa noche yo creo que no pegué ni ojo, pero por fín llegó el ansiado díay allí estaba yo dispuesto a mi primera clase para aprender a nadar y me hacía más ilusión pues entre los monitores que nos enseñaban a demás de estar Pepe Guerrero y David Gento, se encontraba también mi primo Luis.
Mi impaciencia por aprender comenzó aquella mañana de domingo en la que fuí con mi padre a la estación, y es que a mi eso de ver como llegaban los trenesme volvía loco, me chiflaba todo aquel protocolo que se traían entre manos los trabajadores de RENFE. 
foto (Juan Carlos Lara)
Recuerdo aquella estación majestuosa que te encontrabas al doblar la esquina esa sala de espera con su ventanilla enfrente y gente sacando billetes (aquellos billetes amarillos pequeños de cartón), recuerdo que
al atravesar la sala de espera y volver a salir al exterior te encontrabas con aquella gran cubierta, ese gran reloj que había colgado en la pared encima de la campanilla,esos bancos en los que había, novias que esperaban a novios que venían de permiso,padres que esperaban a hijos que venían de
estudiar,familias que esperaban a familiares que venían de visita...en fin , gente que esperaba a gente. Mi padre se pasaba a la cantina y se pedía un botellín luego me pedía a mi una Pepsi y unas patatas fritas y yo me salía al banco de fuera y abría los ojos como platos y las orejas como espuertas para enterarme bien
de to el "tinglao".... El jefe de estación salía fuera en mangas de camisa a ver si corría un poco el aire, luego sonaba el teléfono y se metía pa dentro, luego volvía asalir con la gorra puesta y la bandera liá debajo del brazo, con su silbato.A veces cruzaba el anden de madera y yo veía a la gente con los paquetes y maletas cruzar,
otras veces el buen hombre no cruzaba el anden y entonces venía un tren que no paraba y pasaba rapidísimo, (a mi eso me volvía loco) dejaba tras de sí un remolino de aire increible...yo disfrutaba como un enano, y cuando mi padre veía que llegaba la hora de comer, salíamos de la estación y me subía en su moto, esa mobilette super-lujo, de color rojo con su cojín atrás pa que yo fuera bien blandico.
Pero aquella mañana calurosa de domingo no nos fuimos derechos a comer, mi padre hizo una parada antes de terminar el paseo de la estación...paró la moto y me ayudó a bajar...-¿¿donde vamos??-...¡¡a ver a un amiguete!!..entramos a unas portadas de color azul claro, había muchos sacos de plástico amontonados, luego supe que era abono, un almacén de abonos creo recordar, pero lo que me llamó la atención fué lo que había al fondo, una piscina, una gran piscina, o al menos a mí me pareció grande, (o a lo mejor es que yo era muy pequeño) y un montón de chavales bañandose, tomando el sol, tirándose de cabeza y pasándolo bien.
Recuerdo que mi padre se puso a hablar con su amigo Ignacio, y al cabo de un rato, el hombre me revolvió el pelo y me dijo, -ale cuando aprendas a nadar ya sabes , te vienes aquí todas las tardes-.
Luego subimos arriba ,y nos enseño unas
habitaciones llenas de canarios, (afición que compartía con mi tío)...y a mi eso de los canarios me parecía muy bien pero yo ya no podía dejar de pensar en lo mismo..Tenía que aprender a nadar!!.
No se si fué al siguiente verano ,o pasó alguno más, pero recuerdo aquella vieja inspección en la que después de hacer cola, algún policía quizás Agustín,o Bonache o Leoncio o quizás Medrano o Paco el inspector, tecleaban aquella ruidosa máquina de escribir y me hacían el carnet de la piscina.
Y ahí estaba yo ya digo impaciente por tomar contacto con el líquido elemento deseando nadar como hacían aquellos mozos de la piscina de Ignacio, para poder tirarme de cabeza, ya que en casa había oído decir que a lo mejor el domingo menos pensado preparábamos "el ato" y nos íbamos todos en nuestro seat 850
a las Celaillas...
...aunque eso...eso ya es otra historia
 

AQUELLOS DOMINGOS EN EL REX

AQUELLOS DOMINGOS EN EL REX
Recuerdo los domingos por la tarde, despues de comer paella, de la de mi madre , de la que no he vuelto a probar una igual, (incluso despues de haber probado todos los arroces , con bogavante del mundo, con foie, con mil historias,mil arroces y mil rissotos)...ninguno como el que hacía mi madre -digo-, entonces me encaminaba al casino de Socuéllamos , allí subía a la planta de arriba y siempre estaba jugando a las cartas mi tio Juan Manuel (el escayolista), el hermano de mi padre, soltero, hombre de pocas palabras, y de muchos amigos...-hombre sobrino, ¿que te trae por aquí????..(de sobra lo sabía él ya), me daba dos besos, se echaba mano al bolsillo, sacaba un monedero de esos de media luna y me daba dos monedas de las de cinco duros , o una gorda de esas de Franco; A mí se me ponían los ojos como platos,( mi padre me daba 3 duros , a veces cinco), pero eso de ser soltero se ve que a mi tío lo hacía más expléndido , y yo claro está no fallaba ni un domingo.
Con esas perras me bajaba calle abajo hasta el cine Rex, recuerdo que en la taquilla me empinaba para llegar y sacaba una entrada, entraba al recibidor y más alante estaba Vicente Cabrera con su aparato corrector de la columna que te cortaba la entrada, y luego si la peli ya había empezado te acompañaba el piñonero siempre con su linternilla y su nula sonrisa, yo creo que el hombre no se reía para que los jóvenes no "se le subieran a la chepa"...
Yo casi siempre iba solo y alli encontraba a algun amiguete o a mis primos "los hermanos Laguna", que eran fijos los domingos en el Rex. Recuerdo películas de los hermanos Max, de Bud Espencer y Trence Hill, recuerdo alguna de miedo, La galaxia del terror, alguna picantona de Fernando Esteso, y Alfredo Landa..(no desearas al vecino del quinto)..con esas lo pasábamos pipa y se nos ponía la colilla"hueso"..jajaja!!!!..
Aún recuerdo el olor del cine Rex, si cierro los ojos y respiro profundo puedo oler a Rex..y seguro que vosotr@s también..no se si sería la madera del suelo, el tapizado de los sillones o qué , pero el Rex olía a Rex.
Siempre había intermedio y podías ir anca la Tere a comprar chucherías, la tienda estaba calle arriba a cinco o seis metros, y alli estaba o ella o Jesús , su hijo (que en paz descanse), dispuestos a atenderte -¿que quieres Abrancete?- pues dame tres snipe , un freski, dos de pastillas de leche de burra, unas galaxias, cinco regalises rojos, y unos kikos!!!! -toma hermoso , dame doce pesetas- y ahí ibas tu con la moneda de Franco: -cóbraté rapido que va a empezar la segunda parte-. Pero si hoy hay una de destape nene!!!!!...Tere no le digas na a mi padre eh!!!.
Y a ver la segunda parte corriendo como alma que lleva el diablo. Si te gustaba mucho la peli, o no tenías mucha pasta pa pasar el resto del día , te quedabas a verla otra vez , ya que era sesión continua y no te decían ná!!!...ahora te subías al gallinero, y como ya la habías visto antes , le prestabas menos atención o te dedicabas a cambiar cromos o muñecos de esos pequeños de plástico (montaplex)..y si no te había gustado mucho, te ibas a las máquinas de Perona....
...pero esa , esa ya es otra historia!!