UN PUÑAO DE CANICAS Y UN
TACO DE CROMOS
La verdad es que todo ha cambiado bastante, principalmente
porque ya no veo a niños ir al cole solos, ahora veo a padres ir al cole a
llevar a los niños. He de reconocer que si mañana tuviese un hijo, también lo
llevaría; ¡¡Cualquiera deja a su hijo solo con lo que vemos en la tele!!
Debía de ser muy pequeño, quizás seis o siete años, las
mañanas comenzaban muy temprano, o a mí me parecía muy temprano, el caso es que
no me hacía vivo ni a la de tres!! Madre mía que sueño pasaba, recuerdo estar
sentado en el borde de la cama con los ojos cerrados y mi madre vistiéndome
como si se tratara de un pelele, el cuerpo no me respondía, mis brazos estaban
muertos, y ahora imagino el esfuerzo que le tenía que suponer a la pobre
quitarme el pijama y ponerme la camiseta, la camisa y el jersey levantándome
los brazos y metiéndolos en aquellas pequeñas prendas como si de un cadáver se
tratara.
En verano me gustaba lavarme la cara como mi padre, a buzas
, o sea, llenando el lavabo y cargando las manos de agua para estamparlas contra
mi pequeña cabeza. La gran diferencia es que él no manchaba nada y yo lo ponía
todo perdido. Pero en invierno, ¡Ay amigo en invierno!, ¡cualquiera metía las
manos en el agua!..para los días de frío
yo utilizaba el conocido método,” lavarte como un gatete”, que era ni
más ni menos que mojar un trozo de toalla y darte un poco por encima, pero mú
por encima!!!
En lo que no ha cambiado nada mi manera de despertar de aquellos años de mi infancia a estos actuales es en lo de levantarme con hambre, lo mío es ya una cosa fuera de serie ,es abrir el ojo y si tuviese un bocadillo de cantimpalo en el cajón de la mesilla, no llegaba con él al baño, por el camino me lo había cascao. Así es que imaginaros lo primero que preguntaba cuando me empezaba a espabilar… -¿hoy que comeeeemooos?-...y todo me gustaba, a excepción de las alcachofas y las gachas; lo mío con las gachas es curioso ,no me gustaban porque no las había probado, y es que me daban asco por el aspecto, pero fue probarlas por primera vez con 13 o 14 años, y pasar a ser mi comida favorita ,el problema es que cuando como gachas me mojo un pan porque no se comer como las personas..me puede lo que es el ansia viva!!..Así es que después de vestirme y lavarme me mandaban a por el pan yo creo que para que me espabilase con el frescor mañanero…ahí me tenéis a las ocho y media de la mañana con los ojos aún pegaos y mi bolsa de tela en la mano calle arriba a la panadería de Ambrosio ,antes de doblar la calle ya iba llegando a mi pituitaria el aroma a pan, a horno, y me iban entrando las hambres… recuerdo aquella puertecilla gris y aquel olor que se multiplicaba en intensidad al entrar, ¡¡madre mía!! es uno de mis olores favoritos. Recuerdo aquel mostrador que había al pasar a la derecha, con todo lleno de panes de mil maneras , barras, tortas de pan de esas planas ovaladas, bollas, galletas de horno, bollos , roscas, magdalenas de esas grandes que chorrean lagrimones por los bordes y se les queda arriba un cobollete grande y blanquito, galletas de horno, y mil productos panaderiles que ya no recuerdo…
En lo que no ha cambiado nada mi manera de despertar de aquellos años de mi infancia a estos actuales es en lo de levantarme con hambre, lo mío es ya una cosa fuera de serie ,es abrir el ojo y si tuviese un bocadillo de cantimpalo en el cajón de la mesilla, no llegaba con él al baño, por el camino me lo había cascao. Así es que imaginaros lo primero que preguntaba cuando me empezaba a espabilar… -¿hoy que comeeeemooos?-...y todo me gustaba, a excepción de las alcachofas y las gachas; lo mío con las gachas es curioso ,no me gustaban porque no las había probado, y es que me daban asco por el aspecto, pero fue probarlas por primera vez con 13 o 14 años, y pasar a ser mi comida favorita ,el problema es que cuando como gachas me mojo un pan porque no se comer como las personas..me puede lo que es el ansia viva!!..Así es que después de vestirme y lavarme me mandaban a por el pan yo creo que para que me espabilase con el frescor mañanero…ahí me tenéis a las ocho y media de la mañana con los ojos aún pegaos y mi bolsa de tela en la mano calle arriba a la panadería de Ambrosio ,antes de doblar la calle ya iba llegando a mi pituitaria el aroma a pan, a horno, y me iban entrando las hambres… recuerdo aquella puertecilla gris y aquel olor que se multiplicaba en intensidad al entrar, ¡¡madre mía!! es uno de mis olores favoritos. Recuerdo aquel mostrador que había al pasar a la derecha, con todo lleno de panes de mil maneras , barras, tortas de pan de esas planas ovaladas, bollas, galletas de horno, bollos , roscas, magdalenas de esas grandes que chorrean lagrimones por los bordes y se les queda arriba un cobollete grande y blanquito, galletas de horno, y mil productos panaderiles que ya no recuerdo…
A mí como siempre, ya sabéis, me gustaba bacinear y cuando tenía gente delante disfrutaba aún más porque mientras, podía observar como sacaban los panes del horno. Casi siempre lo hacía Ambrosio , y otro señor bajito que siempre le ayudaba, y yo miraba como metían aquella vara larga y sacaban esos panes que por arte de magia habían crecido en el horno y al volcarlos en aquel cajón de madera resonaban tan bien… y que bien se estaba allí tan calentito viendo trabajar a esos panaderos en camiseta blanca. Ellos , pensaba yo, no tenían esos problemas al vestirse, con esa camisetilla pronto estaban apañaos. Seguro que si en ese momento me hubiesen preguntado que qué quería ser de mayor , hubiera dicho sin dudarlo-¡¡ pues panadero, como Ambrosio!!!- En esa casa que yo recuerde trabajaba toda la familia, porque a mi me ha despachado él , su señora y todos sus hijos e hijas, siempre había alguien de la familia por allí , aunque a quien más recuerdo es a sus hijas.
-¿Qué vas a querer?- -una rosca, una barra y un bollo-, yo
habría las cintas de tela de la bolsa de pan y me lo iban echando todo ahí
dentro , todo tan calentito!!!!al salir del despacho de pan me subía la bolsa a
la altura del pecho para que me diera calor , abría la bolsa e iba hasta casa
repizcando la rosca, que cuando llegaba a casa ya llevaba un buen trozo menos y
al subir la escalera y dejarla en la cocina recuerdo a mi madre decir , ¿Qué ,
ya te has comido ese trozo que falta?, -¡no mamá ha sido Ambrosio que me la ha
dao empezá!-
Antes de ir a comprar el pan a la calle Onesimo Redondo
recuerdo vagamente que el pan lo llevaba a casa Manolo el panadero “el Vicentón”,
ese hombre iba con una furgoneta una dos caballos color crema con cajas llenas
de pan , recuerdo bajar con mi madre o yo solo a comprar el pan , sabíamos que
estaba en la calle porque tocaba el pito del coche de una manera muy particular
y aparcaba siempre en las portadas de mi casa y ahí nos juntábamos los vecinos
a comprar lo que necesitábamos, a mi siempre me gustaban los colines que
llevaba, ¡eso si que no se me olvida!, y también recuerdo que en uno de los
laterales de la furgoneta llevaba un bote de plástico llenos de chicles bazoka,
algunas veces los chicles se ponían mas duros que los pies de cristo pero te
los echabas a la boca y después de tenerlos un rato en “modo hormigonera”, ya
podías hincarles el diente!..recuerdo a este hombre muy dicharachero, siempre
tenía algún chascarrillo o alguna broma, pero esto ya digo lo recuerdo muy vagamente,
yo debía ser muy pequeño, me cuentan que a veces cuando le pagabas con de diez
duros ,él al darte el cambio decía: trece y doce vicentico y vicentico.. ¡¡Vicentón!!
aludiendo a su apodo.
El desayuno casi siempre era el mismo, un buen tazón de
leche con colacao, la leche también la traían a casa, la familia León que
actualmente tienen el supermercado en el paseo Calvo Sotelo y había que
hervirla porque venía recién ordeñada, rara era la casa en la que no se salía
de vez en cuando la leche porque uno no estaba pendiente y recuerdo lo bien que
olía esa leche y esa nata que hacía que a mí tanto me gustaba y a mi hermana
había que colarle porque le daba asquete!!..
Lo del colacao es generacional, vaya que mi época fue del
colacao, quizás de las últimas, porque pronto , la muchachada se empezó a dividir
entre el colacao y el nesquik .Mi forma de prepararlo era echar colacao hasta
que se ponía la leche bien oscura, luego le metía galletas hasta que se quedaba
todo hecho un amasao, y luego le añadía más colacao por encima, y eso que a mi
me estaba tan bueno de pequeño, es fácil que lleve sin comérmelo mas de 30
años, algunas veces nos olvidamos de lo buenas que están algunas cosas y lo
sencillas que son, pero sin saber por qué no volvemos a hacerlas.
Y tras desayunar y coger la cartera y el bollo lleno de jamón serrano, un puñao de canicas y un taco de cromos, cogidos con una gometa de “los zapatos”, bajaba la escalera (por la baranda) y salía de casa en dirección al Coso Viejo.
Y tras desayunar y coger la cartera y el bollo lleno de jamón serrano, un puñao de canicas y un taco de cromos, cogidos con una gometa de “los zapatos”, bajaba la escalera (por la baranda) y salía de casa en dirección al Coso Viejo.
Eso si era un hervidero de chicos por las calles recuerdo
que bajábamos muchos, cuadrillas grandes, recuerdo las cuadrillas de los hijos
de Julian Lara y creo recordar también a unos primos suyos y muchos niños que vivían
calle arriba , yo iba casi siempre con mi primo Ricardo que me solía llamar
cariñosamente “melón” para hacerme rabiar y con el que compartía “cienes y
cienes” de bacinerías, después se unían algo más abajo los hijos de Pepe Parra
el fontanero y más adelante los hijos de Antonio del Coso que engordaban el
grupo de chiquillos.
En esa zona recuerdo muchas veces ver de salir a vender por
las calles a Paco “el rano”, iba con su carro rojo y su mula , gritando -¡¡vaya
patataaas que llevo hoooyyy!!, y anunciando las propiedades del género que
vendía según las dolencias de las “Marías”:-¿tienes al marido resfriao? unas buenas naranjas o si no
perejil, -¿te duelen las rodillas?- -¡¡eso te comes una cebolla cruda y se te
pasa hooombre!!-, ¿pal dolor de muelas?, ¡los ajos!..y lo mejor es que aquella
mula ya sabía dónde tenía que parar sin que nadie le dijese na!!Recuerdo muchos
años más adelante las conversaciones que tenía con él en mi peluquería , le
gustaba quedarse conmigo hablando de temas de actualidad: ¿¿tu no ves Abrancete
que esto va a pegar el pedo por algún lao, pero un pedo gordo?? -Esta claro, y
si no acuérdate de mi, ¡tanto piso , tanto piso, hay más piso que personal… a
la final esto pega el pedo!, y recuerdo que siempre remataba las frases diciendo:
-¿ me entiendes a lo que voy?-.¡Ya lo creo Paco!- pienso ahora-..¡si que ha
pegao el pedo si!
Al llegar a esa zona ,-ya digo-, acudían chicos y chicas de
la calle Amargura, por ambos lados, ahí mi primo se esperaba casi siempre a sus
amigos, recuerdo a Javi Pajarito que se unía a nosotros y su primo Miguel Ángel
que iba conmigo a clase. Y comenzaba a
notarse una alegría y un griterío increíble ,y en esa esquina en la puerta viéndonos
de pasar: el molinero, que yo creo que sigue ahí. Recuerdo que en las mañanas
de primavera esa zona estaba llena de golondrinas que planeaban a ras de suelo
las calles, esquivando a los colegiales, y cada metro que avanzábamos más y más
gente y más y más golondrinas. Parecía como si se alegrasen de vernos.
Hubo una temporada en que esa zona un poco más adelante casi
llegando al colegio las calles estaban levantadas y había grandes zanjas y grandes
tuberías por las que podíamos correr dentro de ellas de pié, yo creo que eran
tuberías para canalizar la acequia, imaginaros la de persecuciones, guerrillas
y apedreos, que tuvieron lugar en aquellas “trincheras”, yo recuerdo pasarlo en
grande tirándome a las zanjas y llegando a casa con los pantalones “pa
rodilleras” , los jerseys “pa coderas”, y tierra pa llenar un capacho!!
Al llegar al cole ,la acera de la izquierda, la que pegaba a
la valla estaba llena de “guás”(hoyos), para jugar a las canicas, aún recuerdo
pasar allí buenos ratos antes y después de las clases, en cuclillas y de
rodillas arreando “setos” a las bolas y apurando la hora al máximo, pienso en
aquellas frases “leyes”:-ni que pidas y pido-, -pido sucio-,-pido enviar-,-no
vale manga-,-carambola seto a la bola-, -gua muerto-, -cebo-…jajaja que
recuerdos!!!
Y al entrar al cole antes de ir “a formar” recuerdo que en
la entrada había un busto homenaje a Pedro José del Amo y estaba puesto en un
pie de piedra con un poyete abajo donde me sentaba con algún amiguete a cambiar
los cromos, que como podréis imaginar no eran precisamente de futbol…a mí
Pirri, Camacho, Santillana, Marcelino, Ruben Cano..poco me importaban,¡¡ mis
cromos eran de Mazinguer Z!!
Y a la hora de siempre nos poníamos en fila en lo que entonces llamábamos “pista de futbol”, que si te caías te sollejabas el alma, dispuestos a entrar a las aulas a dar clases para ser unos hombres y mujeres “de provecho”…aunque eso..
Y a la hora de siempre nos poníamos en fila en lo que entonces llamábamos “pista de futbol”, que si te caías te sollejabas el alma, dispuestos a entrar a las aulas a dar clases para ser unos hombres y mujeres “de provecho”…aunque eso..
…eso ya es otra historia
Javi, paso un buen rato con tus historias, y como te lo quería comentar no he parado hasta darme de alta que no veas lo complicado que me ha resultado.
ResponderEliminarLo del blog ha sido uña buena idea, lo tengo en favoritos y así no se ne escapa ninguna historia.
Con el símil taurino de la semana pasada me tronchaba.
Un abrazo
Muchas gracias Patricio, a ver si nos vemos pronto!!!!
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